Luis Ignacio Silva: Mitos de la migración en Chile
En los últimos años la migración ha aumentado de forma exponencial, miles de personas provenientes desde otros países, principalmente Latinoamericanos, han venido a Chile en busca de oportunidades laborales. El Censo 2017 reveló que para dicho año se encontraban viviendo dentro del país 746.465 personas extranjeras, que equivalen al 4,35% del total de la población que vive en el país. En este contexto, el Gobierno ha planteado su política de “ordenar la casa”, buscando regular la migración existente. Esto ha sido una política que responde a criterios de seguridad nacional con un enfoque xenófobo más que buscar políticas migratorias con una perspectiva de derechos que respete los acuerdos internacionales firmados por Chile, como la Convención Internacional sobre la protección de los Derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares.
Más aún, se ha restado del actual pacto mundial para un migración segura, ordenada y regular de las Naciones Unidas, que tiene por objetivo crear marco legal para una cooperación internacional integral que beneficie a los migrantes y a la movilidad humana.
Si bien la migración dentro de Chile ha presentado grandes aumentos, aún nos encontramos en un rango normal si nos comparamos con el promedio mundial que supera el 3%, y aún muy por debajo del promedio de países de la OCDE en donde el promedio de población migrante es superior al 11%. Un estudio realizado en Chile muestra que la llegada de migrantes no ha afectado a la baja los salarios del país, y estima que tampoco sucederá en rangos inferiores al 10% de población migrante respecto al total de la población. Más aún, muchos economistas plantean diversos beneficios económicos asociados al mayor emprendimiento e innovación.
De esta forma, el desafío que tenemos como país no es ordenar la casa cerrando las puertas a los migrantes, sino fomentar la migración con derechos que fomente una inclusión efectiva dentro de la vida social de nuestro país.